Me llamo Yolanda y soy trabajadora social especializada en dependencia.
Crecí en un pueblo de Murcia, muy cerquita de la capital, y desde muy pequeña he tenido una sensibilidad especial hacia las personas mayores. Creo que haber crecido al amparo de mi abuela aumentó esta relación con la tercera edad.
Soy quien soy gracias a ella.
Contra todo pronóstico del resto, llegué a la universidad donde estudié Trabajo Social.
Estoy titulada en Trabajo Social por la Universidad de Murcia y, además, tengo un máster en la especialidad de Dependencia.
Compaginé mis estudios con servicios de voluntariado en Cáritas, la parroquia de mi pueblo y comedores sociales. Pero también trabajé muchos años como cuidadora informal no familiar, lo que me permitió empatizar con las cuidadoras, conociendo, en primera persona, cuáles son las necesidades de las personas mayores a las que cuidaba y las de sus familias.
Durante mi carrera, mis estudios siempre estuvieron enfocados a los cuidados de larga duración de las personas mayores a la vez que intentaba dar visibilidad a la mujer cuidadora (yo también lo fui).
Realicé las prácticas del máster en una residencia pequeña y ahí reconocí plenamente que trabajaría el resto de mi vida para el colectivo de la tercera edad, un grupo vulnerable con el que empatizo y al que, como sociedad, le debemos una mejor calidad de vida.
Tras el máster, fui contratada como trabajadora social en una residencia muy grande de la región en la que gestionaba y coordinaba todas las ayudas de los usuarios. Este trabajo me permitió el acceso a la atención residencial y de cuidados medios. Allí vi que las familias llegaban en los momentos extremos totalmente desinformadas en cuanto a las ayudas y los recursos previos que, por derecho, les corresponden a nuestros mayores, y que todo sería mucho más justo si le facilitáramos la información conveniente en los tiempos que corresponden.
Allí aprendí muchísimo sobre dependencia y discapacidad, además de otras ayudas y servicios. Cuento con toda esa información y sé gestionar toda la documentación necesaria para tal fin.
Además, disfruto estudiando e investigando sobre las ayudas y sus requisitos.
También he trabajado en la administración pública. Esa experiencia me confirmó lo que ya sabía: Que mi lugar está con la ciudadanía, trabajando codo con codo con compañeras para dedicarme a la tercera edad y sus familias.
Actualmente, he creado UTOPÍA SOCIAL para informar, gestionar y hacer el seguimiento de las actuaciones necesarias para que nuestros mayores alcancen los recursos disponibles, y por derecho, que les permitan mejorar su vida y paliar la soledad no deseada.
Y para facilitar los infinitos documentos y desplazamientos a las familias. Entiendo que en los tiempos que corren, es muy difícil dejar de lado las obligaciones familiares y laborales para atender a una mayor al que le debemos unos cuidados.
Con mi labor en este proyecto, intento que esta etapa sea lo más llevadera posible y feliz para ambas partes.